La soga

La soga al cuello puede ser lo suficientemente larga como para que se le  ignore.  Los deseos cumplidos suelen distraernos de esta falta de libertad y así pasara por desapercibida la esclavitud, la lucha y la pugna por obtener lo que no necesitamos. Pocos son aun aquellos que se detienen, aquellos en los cuales el deseo a dejado de impulsarlos  en una inercia destructiva.
Estos, ven la soga al cuello, ven lo irreal de esta al igual que lo irreal de los deseos. Asi, al desaparecer lo que nunca existió se abre la puerta a una nueva percepción, la percepción del Ahora. En esta presencia permanece.

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