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Foto: Maud Dampne |
Hace ya
algunos años vi una película en la cual el personaje principal se
encontraba sentado en la luna y observaba la Tierra desde tal
distancia y embutido en su traje espacial. Esta imagen se quedó en
mí durante unos días. En el auto, por la ciudad comencé a
experimentar como si me viera desde muy lejos. En la mente estaban
todas estas cosas que tenia que hacer durante el día: ir a reparar
el coche y otros tramites. Pero al tener esta experiencia comencé a
verme muy pequeño y todo lo que en mi mente parecía ser tan
importante dejo de serlo. Esto me hizo reír y por unos momentos deje
de identificarme con los pensamientos y se dio el espacio para una
nueva percepción, una nueva realidad. No tardó en llegar una nueva
percepción sobre el tiempo, la vida y lo importante de un nuevo
orden de prioridades. Trabajando como taxi-metrista en la ciudad de
Montevideo se me presenta la oportunidad de compartir charlas con
diversas personas todos los días, así fue que de conversación en
conversación y de persona en persona era claro que uno de los
principales problemas es que existe un orden de prioridades
disfuncional. La prioridad es llegar temprano al trabajo, pero sin
saber para que. La prioridad es ganar dinero, para luego ser feliz.
La prioridad parece ser todo menos nosotros y lo que nosotros
necesitamos. Le pregunte a un niño ¿ por que estudias tanto y tan
duro? Me contesta “estudio para recibir una buena educación, para
poder tener un buen trabajo, ganar dinero y poder ser feliz”. Le
dije que me parecía bien pero que solo le cambiaría el orden a esas
prioridades. Es decir, ya desde muy chicos nuestras prioridades son
impuestas por un sistema enfermo producto de una mente disfuncional.
La
ilusión del tiempo, el entendimiento y la aceptación de la no
dependencia del Ser en lo relacionado con el tiempo psicológico fue
por aquel entonces un antes y un después - valga la gran
contradicción de la frase. Al dejar de percibir al tiempo dentro de
un principio y un final una nueva forma de percibir lo atemporal del
Ser fue impregnando mis pensamientos. El tiempo es una ilusión en la
cual el ego ha encontrado su guarida, el ego, a su vez la guarida del
tiempo. Esto lo estoy repitiendo una y otra vez y veo lo importante
que es aceptar esta co-dependencia para así liberarnos de la
disfunción fundamental.
La
existencia es solo un producto de la mente, de esta forma se puede
decir que Dios no existe porque no esta dentro del plano de la
existencia y por lo tanto del tiempo. YO SOY...es atemporal.
Al
comenzar a experimentar paz en nuestras vidas, visitando cada vez que
sea posible nuestro jardín interior, al ir tomando contacto con eso
que esta mas allá de la existencia y del tiempo comenzaremos a vivir
la realidad.