Foto: Maud Dampne |
La posibilidad de estrechar nuestros brazos al bienestar y experimentar aquello que esta mas allá del cuerpo y de la ilusión es real. De hecho es eso lo que buscamos de forma consciente o inconsciente.
La dicha y la paz son el perfume más dulce de la creación, ,no requieren de tiempo ni esfuerzo y es tan solo un pequeño movimiento de nuestra atención. Puesto que ahí donde llevemos nuestra atención ahí sera donde estaremos depositando nuestro poder. Es demencial, pero sucede que gran parte de la humanidad duda de la posibilidad de estar bien y de sentirse a gusto con la experiencia de vivir, y esto en el mejor de los casos, otros no saben que lo que les gusta es estar bien. Entender como nos fuimos alejando de nuestro propio ser puede ser un camino de retorno, no obstante experimentarla es un camino sin tiempo ni distancias que nos separen de esta experiencia divina. Es que la paz y la dicha, la liberación y la salvación son brotes que surgen del perdón que te estas negando momento a momento. La culpa es el lastre que castiga poniendo un velo entre ti y la verdad. Si tan solo aceptases la ilusión de las creaciones del ego ese velo desaparecería porque al igual que su hacedor es tan solo otra ilusión en la que has elegido creer. De este modo veremos también que sentirnos separados del ser es parte del engaño, ¿Como podríamos estar separados de lo que realmente somos?
La felicidad tiene o se le da una categoría que pareciera estar por encima de todo. Para el ser humano o para la mayoría de los seres humanos la felicidad depende de muchos factores, como puede ser lo económico, la posición social, la salud, el poder o en dependencia de la felicidad del otro ya sea esposa, esposo, hijos, etc.
No deja de ser cierto que la felicidad es directamente proporcional a la percepción que tenemos del mundo que nos rodea y de las circunstancias que nos atañen mas directamente. La percepción errónea que nos hace vivir el pecado original es la misma que crucifica al Cristo momento a momento y así perpetua nuestra condición de culpables pecadores que la humanidad viene asumiendo como verdadera hace miles de años.
Por esta razón la felicidad esta sujeta a una ley que nos pone en el extremo opuesto a la tristeza, y estos estados fluctúan. Nuestras proyecciones parecen ser reales, pero ¿como puede ser real aquello que cambia de un momento a otro? .Por lo tanto la felicidad y la tristeza son polos opuestos de la misma energía. Ahora bien, la buena noticia es que la felicidad es tan solo un estado, es el opuesto de la tristeza, y estos estados fluctúan constantemente y dependiendo de cuanto nos identifiquemos con uno o con otro así sera el vértigo que la personalidad nos hará experimentar.
Lo que nos proponemos hallar es ese algo que trasciende la dualidad y este estado es el estado de paz, ese que se experimenta en el estado de presencia. La paz no es la ausencia de guerra (Prem Rawat).
La felicidad, ese estado transitorio y efímero y por el cual hemos escuchado decir a ciencia cierta que es pasajero, esta en dependencia de la película mental que creamos nosotros o que alguien mas invente para nosotros y nosotros decidimos creer. La película es la proyección que hace el ego y es la creencia de que este puede crear, cosa que es falsa.
Sucede que estas deprimido y aparece alguien y nos cuenta una historia diferente de nuestras vidas con referencia precisa a las circunstancias. Entonces nos muestran con palabras e imágenes mentales todo por lo que tenemos que ser felices. Esto no funciona, o solo tendrá un efecto de muy corto plazo. Mientras que nuestro estado de bienestar este en dependencia de la película mental que estemos desarrollando, este sera efímero como el mismo pensamiento que lo creó. Yo recuerdo en momentos de crisis en los cuales veía como mi estado cambiaba de forma drástica dependiendo de como armaba y editaba las imágenes en mi mente, claro esta que el desgaste de energía es increíble en una lucha sin cuartel que solo sirve para exacerbar nuestra percepción errónea y ponerla en un pedestal desde el cual rige nuestras vidas, y nosotros olvidamos quien es el amo adjudicándole poder a la ilusión.
La mente dice “tengo que ser feliz porque tengo esto, esto otro y aquello. Tengo que ser feliz porque soy esto y esto otro” y mucha gente lo cree así. Para la mente egoísta es fácil decir cualquier cosa. Pero lo fundamental esta siempre ahí para mostrarnos lo ilusorio. Lo fundamental es aquello que nos mantiene en contacto con eso que va mas allá del pensamiento y de lo cual el pensamiento huye como la sombra le huye a la luz. En lo profundo de ti, ni lejos ni cerca, ni arriba ni abajo, ni tarde ni temprano, se encuentra ese lugar en donde la noche y el día son uno solo y el fin de los opuestos se manifiesta con tal intensidad que la sonrisa mas hermosa sera en tu cara la clara muestra de la luz manifestada. Quiero tan solo para poder diferenciar y expresarme al respecto, marcar una diferencia entre la felicidad y la dicha, viendo a la dicha como esa experiencia profunda que es independiente de las circunstancias.