Foto: Maud Dampne |
Sentirse en paz es lo primero y es el verdadero comienzo.
Cuando uno aprende artes marciales, como ser la practica de Aikido, queda mas o menos claro que el aprendizaje comienza a partir del cinturón negro y todo lo demás fue tan solo una preparación, un proceso inevitable algunas veces doloroso tanto física como psicológicamente.
A partir de la experiencia de la paz, la cual es inconfundible, se manifiesta sin esfuerzo alguno la maravilla y el milagro ante los ojos del ser.
Vamos ahora a ir más profundo para así comprender cual es nuestra función en este proceso de recordar quienes somos, que en difinitiva es lo que significa nuestro camino de retorno a lo escencial. La paz no es una consecuencia de algo, tampoco es el resultado del cese de la guerra. La paz no es la no-violencia ni la practica de algo, la paz esta dentro de ti y simpre lo estara, buscarla es una perdida de tiempo, es como buscar algo que no has perdido.
La paz, la iluminación, la dicha... no es algo que tu puedes alcanzar u agarrar y hacerlo tuyo, la mente crea esa idea, una ilusión mas, una falacia.
Cree que así sera mejor, mejor de lo que es y es con gran facilidad que caemos en esta trampa del ego. El buscador espiritual es tan solo un personaje mas inventado por el ego. ¿Más que podría crear aquello que no es real? El buscador antes no lo era... se transforma en buscador y al mismo tiempo en aquello que impide encontrar lo buscado para de esta forma el ego perpetuarse en la ilusión de su falsedad. Para la mente del buscador “encontrar” significa la muerte del mismo, es por esta razón que el buscador busca, busca ser a través de la búsqueda y se transforma en la búsqueda en sí misma. El fin de la búsqueda seria el fin del buscador lo cual el ego no puede permitir.
Existe aún otra forma de ilusión para el buscador y es la siguiente: el buscador busca lo que ya ha creado en su mente y es claro que lo puede encontrar dado que lo buscado ya fue creado con anterioridad y así es que encuentra lo que ya fue creado. Encuentra pero no descubre puesto que lo que cree haber encontrado es tan solo otra manifestación de la mente identificada con la percepción errónea. Indudablemente el buscador descubre tristemente que el deseo se ha posado en terrenos aún más altos para de esta forma el ego perpetuarse.
En un principio la iluminación, la dicha y la paz son tan solo ideas como lo es también el perdón, no obstante son ideas que son necesarias y cumplen una función hasta el momento de desecharlas. Para descubrir nuestra naturaleza es prioridad, en algún momento, desechar absolutamente todo. El personaje que tanto hemos atesorado se ha de disolver ante la verdad de nuestra unicidad.
La paz del ser esta en ti, el amor que tanto buscas fuera también esta en ti. La soledad es tan solo una percepción errónea, una ilusión que se desvanecerá cuando tú así lo decidas.